Padre, te alabo y te bendigo...
Queridas Hermanas del Proyecto Mornese para animadoras 2011,
Queridas Mónica y Graciela,
Querido Padre Luis:
La casa del Sacro Cuore ya casi va quedando vacía de presencias mornesinas... Solo quedan tres hermanas que parten entre el lunes y martes. Faltan las voces, las risas y los cantos... por esa gente que vive y que siente en su vida el amor, se acuerdan de nuestro himno? Claro! Pero la experiencia profunda permanece grabada en nuestro corazón.
En este día ha resonado fuertemente en mí este texto de la liturgia de hoy. No podía ser más providencial... Como siempre, la Palabra viene a nuestro encuentro y nos ayuda a leer la vida y las experiencias.
Mientras, con la mente y el corazón, repetía esta expresión los pensaba uno a uno y no dejaba de agradecer por el tiempo compartido.
Alabo y bendigo porque es nuevo cada vez. El Señor nos sorprende y en cada experiencia del PM se hace presente con su originalidad y su novedad.
El Señor es bueno con su tierra, con la tierra de nuestros Padres en el carisma, con nuestra propia tierra... Lo hemos sentido y tocado con nuestras propias manos. No es cierto?
Alabo y bendigo porque con estupor y admiración lo hemos descubierto como nuestro infaltable compañero de camino que hecho Palabra y Pan se nos regaló en abundancia y que celebramos cotidianamente con tanta intensidad.
Desde Él puedo decir: tú eres nuevo cada vez... Sí, en cada uno de ustedes pude leer y descubrir el rostro del carisma hoy. Alabo y bendigo por el carisma encarnado y reavivado en el don de la reciprocidad que nos hemos regalado. Creo que con San Francisco de Sales, Don Bosco, Maín... tú eres nuevo cada vez!
Gracias porque me permitieron vivir una honda experiencia de formación e identificación carismática!
Ahora continuamos nuestro camino como peregrinos a las fuentes del carisma en el aquí y ahora de nuestra vida y misión salesiana.
Volvemos cada día a la Fuente y desde ahí re-partimos y allí nos encontramos como compañeros de camino para ser signos del Amor en el hoy de la historia. Como en los orígenes, María precede y sigue nuestros pasos porque está siempre paseándose en y con nosotros desde nuestro cotidiano. Nos anima y acompaña esta certeza.
Hasta cada encuentro, un fuerte abrazo!
hna. Mónica M.
Roma, 3 de julio 2011
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GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS EN ESTA EXPERIENCIA