El día que celebramos la Vigilia Pascual, me impresionó mucho que yo imaginaba una Basílica mucho más simple de lo que es. También estuve algo frustrada por lo lejos que quedé para ver a la Virgen.
Iglesia es iglesia y la iglesia es la misma en todas partes, así que me dispuse a celebrarla, disfrutando del placer de escuchar las oraciones en italiano. Así las cosas, llegó el momento de la comunión, cuando iba en la fila, voltee a mi derecha y miré la urna de Don Bosco ¡Que encuentro! o más bien rencuentro…En ese momento tomé conciencia del lugar en el que me encontraba, me puse a llorar agradeciéndole a mi buen Dios que me haya traído hasta acá.
Mónica
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS EN ESTA EXPERIENCIA