Progetto Mornese para Laicos Venezolanos, Agosto 2011

EXPERIENCIA EN ROMA

Desde el Espìritu de Familia que nos caracteriza, hoy deseamos compartir la experiencia de nuestra peregrinación a Roma, Capital Universal de la Iglesia,  desde donde los Padres de nuestra Santa Madre Iglesia nos animan en nuestra labor de evangelizadores y educadores al estilo de Don Bosco que amaba a la Iglesia y al Papa, promoviendo estos mismo sentimientos en nuestros jòvenes en toda Venezuela. 

A la llegada a esta tierra desconocida por muchos de nosotros, pero deseada por todos,  nuestro corazón ha experimentado un sin fin de sentimientos al iniciar la aventura de peregrinar en la fe, y desde la fe que nos invita a caminar con los pies descalzos en oración sincera. 

En este sentido, nuestra experiencia como peregrimos durante nuestro recorrido por Roma se centra en un primer momento en la Audiencia con el Papa Benedicto XVL, en el pueblo de Castelgandolfo, a las afueras de Roma. Es una experiencia inolvidable para nosotros al escuchar en sus palabras lo preponderante que es el amor en la vida de todos los seguidores de Cristo, y nos invita a escudriñar la Palabra de Dios plasmada en las Sagrada Escrituras.

Luego, hemos tenido la oportunidad  de  visitar   la Basílica de San Juan de Letrán, catedral de la Diócesis de Roma y del mundo, Basílica de San Pablo Extra Muros y Basílica Santa María la Mayor, obras cuya majestuosidad se refleja en las expresiones de nuestras miradas, lugares santos que nos invitan  a la oración y reflexión y nos recuerdan siempre que estamos unidos por una misma fe y encaminandos hacia una misma meta. 

En la Casa Generalicia de las Hijas de Marìa Auxiliadora nos esperaban algunas Consejeras y Madres del Instituto. Con grana alegrìa y sencillez nos recibieron en la Capilla de Marìa Auxiliadora, donde la Madre Sor Marija Pece, quien estuvo hace unos meses en Venezuela en la Visita Canònica, nos dirige las palabras de bienvenida.

Luego de un compartir en la merienda nos dirigimos a la "Muestra del Carisma", donde Sor Mònica Menegusi nos compartiò las maravillosas experiencias y recuerdos de los inicios, consolidaciòn y presencia de las Hijas de Marìa Auxiliadora en todo el mundo

Posteriormente, algunas de las Hermanas Salesianas que realizan su servicio en el ejercicio de la auoridad a nivel mundial como su Consejeras Generales del Instituto de las Hijas de Marìa Auxiliadora nos brindaron un afectuoso saludo de bienvenida a la Casa Generalicia, en los que hacian ènfasis en la formaciòn conpartida entre FMA - Laicos y en el papel que la Providencia nos ha confiado como continuadores y recreadores del Carisma Salesiano en cada una de nuestras obras.  Cada uno de los representantes de las obras hizo su presentaciò acerca del trabajo educativo - pastoral que realizamos y luego se hizo entrega formal del Documento del Itinerario Formativo en Sistema Preventivo Salesiano, Proyecto B de la Provincia de San Juan Bosco de Venezuela, para su lectura y reflexiòn por el Consejo General.

Así mismo, durante estos días visitamos  la tierra de San Francisco de Asís y Santa Clara, momento en el que fue grato la reflexión sobre las respuestas de estos santos en el siglo XIII, mediante un estilo de vida concreto y cuyo carisma hoy arde en los corazones de los que siguen a Jesús al estilo de Asís y de Clara, vidas que nos invitan a interpelarnos de cara a las respuestas que cada uno de nosotros asume frente a la realidades de nuestra sociedad  y ante el llamado de Jesús con su "Ven y Sigueme".

De allí que, no podemos dejar de resaltar que el recorrido por estos lugares ha representado para muchos de nosotros la presencia de Dios en nuestras vidas, como Padre Misericordioso que se hace presente en la vida de San Pablo, San Pedro, San Francisco de Asís y Santa clara y que sigue en estos tiempos caminando a nuestro lado, en ocasiones  llevándonos en sus brazos cuando nos faltan fuerzas, sin duda alguna, vamos peregrinando en familia, pero lo más importante, es que en cada momento hemos contado con la presencia, protección y  fidelidad de Dios que es Uno y Trino; que nos consiente entregándonos a  María como nuestra Madre y Guía en cada momento.