EL DON DE LA VIDA
Con una marcha de 20 minutos llegamos emocionadas a la patria del corazón, casa natal de Maín. Percibimos en el ambiente la acogida, la reunión familiar, el intenso trabajo en el campo del terrateniente, Marques Doria. En esta casa también Maín cuidó a sus familiares enfermos y se contagió de tifus, hizo la experiencia de la poda, aprendió a amar hasta el extremo.
Celebramos este día haciendo experiencia de contacto con la naturaleza a través de los sentidos. Nos hacemos conscientes de nuestra tierra-vida y la unimos a la de Mornese-Main. Suplicamos, ofrecemos y agradecemos a este Dios que sigue haciendo maravillas en su pueblo y nos invita a vivirlas.
SÍ A LA VIDA - SÍ A LA FE- SÍ AL SUFRIMIENTO
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GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS EN ESTA EXPERIENCIA