El viernes 24 celebramos la concurrencia de dos acontecimientos eclesiales altamente significativos para nosotras: el nacimiento de S. Juan Bautista -el onomástico de D. Bosco- y los 60 años de la canonización de nuestra Madre María Mazzarello –el 24 de junio de 1951- además, como todos los 24, la conmemoración de Ma. Auxiliadora.
La jornada estuvo plena de vivencias fuertes y movilizantes: la oración junto al pozo antes de salir; el camino al Roverno, jalonado por momentos de oración, llevando también los dolores, las angustias, las dificultades de nuestros jóvenes; el tiempo junto al río, vivido en alegría y fraternidad; la memoria de las tres jóvenes –S. Carolina Arrigotti, S. Ma. Belletti y S. Emma Ferrero- a las que la Madre y las Hermanas acompañaron en su itinerario hasta la entrega total al Señor…
En la Eucaristía celebramos la santidad de María Mazzarello: allí encontró ella el agua para apagar su sed. Allá, nos acompañaron nuestras comunidades educativas, pobladas de jóvenes que buscan esa agua que salta hasta la vida eterna…
Después de cena, el patio fue mudo testigo de nuestra recreación, compartida con las Hermanas de la comunidad, y sellada con las buenas noches de S. Candida Aspesi animándonos a imitar a nuestra Madre, para ser fecundas.
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