martes, 21 de junio de 2011

Un nuevo don de vida, las casas del pueblo

Hoy dedicamos el día a profundizar el momento de la enfermedad del tifus, etapa de maduración y crecimiento a través del dolor. En la oración inicial nos agrupamos en pequeñas comunidades en torno a cada una de las casas del pueblo significativas para Maín.
Compartimos alguna experiencia de dolor de nuestra vida actual, como punto de partida de la reflexión.
En actitud de oración, peregrinamos hasta la casa  Valgelata y más tarde, a los otros lugares: Borgoalto, el sendero de los huertos, casa del sastre Valentín Campi, Teresa Pampuro, Macagno, Birago y por último, Bodrato. 




                         


Finalizamos compartiendo nuestras vivencias y preparando el ofertorio con la harina del trigo que habíamos recibido por la mañana.
En la acción de gracias, sembramos un grano en la tierra de Maín y la nuestra, como signo de la fecundidad que encierra el misterio pascual: “Si el grano de trigo cae en tierra y muere da mucho fruto” Jn. 12, 24.


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